
El mundo digital ha abierto la puerta a que los escultores vendan sus obras a través de la red
Internet ha transformado por completo el panorama artístico, y los escultores no han sido una excepción. Durante mucho tiempo, vender esculturas requería una red de contactos sólida, presencia en galerías físicas, ferias de arte o el respaldo de agentes y marchantes. Esto limitaba las oportunidades de muchos artistas, especialmente aquellos que vivían lejos de los grandes centros culturales o que








